Historia del cáñamo en la Real Audiencia de Quito
- Reconstruyendo el pasado
- 7 ene 2022
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Actualizado: 8 ene 2022

El cannabis sativa es una de las especies más comunes del género cannabis, sin embargo, la misma se divide en dos variedades muy bien diferenciadas: la que tiene un alto contenido de THC se denomina marihuana, mientras que la que posee una baja proporción de dicha sustancia psicoactiva es conocida como cáñamo. En este contexto, la evidencia científica sugiere que dicha planta tuvo su origen en el sudeste de Asia, debido a la humedad reinante en esta zona de la Tierra, condición necesaria para su crecimiento.
En el caso del territorio ecuatoriano que durante época virreinal se conoció como Real Audiencia de Quito, el cultivo de cáñamo inició a partir de la segunda mitad del siglo XVII y su finalidad era la fabricación de “xarcia”, término que en la actualidad se denomina jarcia y alude al conjunto de cabos y amarres empleados en un buque, pero que en antaño servían para unir los troncos o maderas que conformaban un barco. Antes de esa temporalidad, sólo dos espacios americanos producían dicha planta y eran las zonas que al día de hoy se corresponden con México y Chile, en los que se facilitó su introducción debido a que poseían ciertos símiles con el clima de la Península Ibérica donde crecía esta variedad de cannabis sativa.

La falta de prroducción en el Ecuador colonial trajo muchos inconvenientes, así lo atestigua una relación de 1626 que remitió el monarca español a Antonio de Morga, presidente de dicha jurisdicción sudamericana donde señaló “…la falta que hay en estos y esos reinos de xarcia y en los navíos de mis armadas reales y de los demás particulares de la embarcación de la carrera de las Indias, obliga a que nos valgamos de la que hacen los extranjeros con cuya ocasión la venden a muy subidos precios y en esta mercancía sacan de mis reinos gran cantidad de plata…”.
Por lo acotado, el rey Felipe IV dispuso “…que se siembre cáñamo en las partes y lugares que fueran más apropiados para hacerle y fabricar las dichas xarcias…”; en dicho sentido, se ordenó informar “…que tierras y sitios hay en el distrito donde se pueda sembrar y fabricar…”. Este mandato obligó a los dirigentes de la jurisdicción quitense, a buscar qué sitios se visualizaban como los más aptos para dicho cometido, de esta manera casi un año después el maese de campo, Don Francisco Pérez de Navarrete, corregidor y justicia mayor de Guayaquil informó sobre la idoneidad de las tierras a su cargo para el cultivo de cáñamo.
Así, Antonio de Morga envió una carta al soberano castellano donde informó, que se habían aunado esfuerzos para determinar “… qué sitios hay en esta provincia para sembrar cáñamo…”. Dicha expedición coligió que en ningún punto del territorio quitense se había cultivado anteriormente esta planta y que para elaborar la jarcia se empleaba “…un ajo, hojas que se crían debajo de las agüeras, que son de poca fuerza y se gastan fácilmente…”; de esta manera, el presidente de la Audiencia de Quito comentó al monarca, que después de una búsqueda exhaustiva y sobre todo un análisis de las condiciones climáticas, se determinó que el lugar más apropiado para el cultivo del cannabis sativa era el Corregimiento de Guayaquil “…por ser amplia la tierra, mejor disposición de ríos y playas…”, finalmente, se indicó que en base a la “…experiencia siendo a tiempo que la cosecha sea en verano…”.
Para la elaboración de esta nota, se emplearon dos fuentes primarias procedentes del Archivo General de Indias signadas como:
>AGI/26//Quito,11, R.1, N.17 >AGI//MP-Ingenios, 253
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